En la clase de Biología dice la profesora:
«A ver niños, tenéis que decirme órganos a pares, ¿vale?
Empieza Juan». «Pues las orejas, señorita».
– Muy bien, Juan. Ahora tú, Pedro».
– «Los pulmones, señorita».
– Muy bien. A ver, ahora tú Jaimito… ¡pero cuidado que nos conocemos!»
– «La churra». Jaimito observa que la maestra pone mala cara y se defiende:
«Sí señorita, porque mi padre tiene una churra, así de pequeñita, para hacer pipí; y otra, así de grande, para que mi madre se lave los dientes».