
Había una vez un niño al que le mandaron a comprar huevos y con el dinero que le dió la madre para comprarloa se fue al cine a ver King Kong.
– Mamá, ¡King Kong tiene los pies inmensos!
– ¿Y los huevos?
– ¡Gigantescos, mamá!
Había una vez un niño al que le mandaron a comprar huevos y con el dinero que le dió la madre para comprarloa se fue al cine a ver King Kong.
– Mamá, ¡King Kong tiene los pies inmensos!
– ¿Y los huevos?
– ¡Gigantescos, mamá!